La primera jornada del Día de la Música 2014 – The Big Stereo Party se saldó con un éxito razonable. Y sabíamos que todo iba a girar en torno a Subterfuge y el pasado y presente de los artistas que han pasado por el sello. Ahora bien, el formato escogido, en un único escenario, obligó a que las actuaciones fueran casi testimoniales, con tiempos previstos que en muchas ocasiones no llegaban a la media hora, y en en todos los casos salvo uno no pasaban de los cuarenta minutos. Cabe preguntarse si el loable intento de no solapar conciertos merecía la pena, a costa de traer un nutrido grupo de bandas que no pudieron más que proporcionar una pequeña dosis a sus seguidores. No obstante, fue un formato divertido que, con el inconveniente de que lo que a uno le gustaba se hacía corto, lo que no resultaba interesante, se pasaba en una cola para ir a mear o coger la cena. Podéis ver todas las fotos de la jornada del viernes en nuestro álbum de Flickr. Y también se pueden escuchar varios de los conciertos del viernes tal y como fueron retransmitidos a través de Radio3 en estos links: uno y dos.
Como podréis observar, os ofrecemos además de la crónica un nutrido reportaje fotográfico de los conciertos
Además de ello el aforo volvió una vez más a quedarse a medias, y la organización se estrelló de nuevo con el tema de las infraestructuras, como los puestos de comida y, muy especialmente, los baños: instaladas en el área principal unas escuetas 26 cabinas que provocaron largas colas para poder aliviarse. Algo más allá, otro par de decenas de baños químicos (que encima el día siguiente menguaron en número) ponían de manifiesto una previsión algo insuficiente. En cualquier caso las bandas cumplieron, animaron el cumpleaños de Subterfuge, y el público, animoso, pareció pasárselo de lo lindo en la siempre tórrida tarde del junio madrileño.
Coky Ordoñez de Los Reactivos
Con un sol de justicia y la amenaza de tormenta completamente neutralizada, Los Reactivos se subieron al escenario para, durante unos escasos veinte minutos, homenajear a Los Vegetales. La parroquia más veterana ya estaba ahí para verlos y cantaron y bailaron como si no estuviéramos ante un tributo, y el resultado fue bastante agradecido y de divertidos tonos punkarras.
Los poperos Cola Jet Set subieron a un buen número de personas al escenario para completar coros y percusiones, pero practican un estilo excesivamente blando para mi gusto. Tal vez no llevaba todavía suficientes cervezas para apreciar en su dimensión las posibilidades de moñeo que ofrecían.
Los donostiarras Purr, además de evidenciar el paso del tiempo, recordaron que su no-éxito en los noventa fue una auténtica pena. Aún atesoran el buen rock que llevaban dentro, y en el ratito que tuvieron, ante aún poca gente, lo hicieron tan bien que fueron la gasolina perfecta para poner en marcha el motor y consiguieron que muchos que jamás habían llegado a oír ni siquiera hablar de ellos se quedaran con la boca abierta y ganas de más.
Y parece que ello contagió a los McEnroe, de los que no me puedo declarar seguidor y que, sin embargo, dieron un pulcro y lustroso mini-recital, ganándome con un estilo que me trajo a la mente los buenos tiempos de los añorados Migala. Acabaron resultando ser una de esas formaciones a las que la frialdad del formato grabado se atraganta con facilidad, pero que en directo consiguen un sonido mucho más completo y eficaz a la hora de transmitir emociones.
Paco Román al frente de Numan
Aún con el sol apretando de lo lindo, Paco Román y sus Neuman llenaron el escenario con la vitola de tener calentito uno de los álbumes más rotundos del año que llevamos. Miedo había como les diese por tocar dos de esas canciones tan largas que tienen, porque habrían terminado el concierto con eso. No lo hicieron, pero supo igualmente a poco. Personalmente fue la mayor decepción, el no poder disfrutar durante más tiempo de las excelencias de los murcianos.
Anni B Sweet
Anni B Sweet no es el tipo de artista que nos gusta por este blog, y aunque en su registro es una chica eficaz, cada vez que la he visto he acabado aprovechando la ocasión para ir al baño. No obstante, en esta ocasión había dejado la guitarra acústica en casa, traía un formato mucho más eléctrico que el que yo había visto anteriormente y, al menos en los primeros compases, llamó algo mi atención. Aún así, aunque el concierto fue breve, lo fue más mi interés. Más aún cuando cerró el set con su excesivamente blanda versión del Take On Me de A-ha, canción que no es que no nos guste, al contrario en realidad, pero es que denota una falta alarmante de imaginación a la hora de pensar en los ochenta.
Leonor Watling (a la vez, chica Almodóvar y chica Subterfuge)
Uno de los primeros platos fuertes de la noche eran Marlango, formación que alcanzó la fama contra casi todo pronóstico (no porque fueran malos sino porque hacían un tipo de música que hace diez años en España se llevaba mucho menos que ahora) de la mano de Subterfuge. No soy ni gran experta ni admiradora del sonido de esta banda, pero confieso que los he visto con anterioridad en su típico formato de teatro o sala pequeña y creo que ahí tienen bastante más sentido. No se limitaron a tocar temas de su etapa de Subterfuge, aunque obviamente se escucharon canciones tan emblemáticas como Enjoy The Ride. Estuvieron correctos, pero quien escribe estas líneas sabe que son capaces de hacerlo bastante mejor.
Guille Mostaza
Para cuando empezaba a caer la noche entrábamos en lo que prometía ser una de las partes más animosas de la fiesta. Primero con Ellos, y era apuesta segura que, con el tiempo disponible, Guille Mostaza, Santi Capote, y su inmaculádamente blanca troupe, iban a poner toda la carne en el asador para mover a la masa. Evidentemente. Tiraron de emblemas y pusieron su electro-pop de afilada lengua al servicio del disfrute del personal, que respondió sin dudas ni tapujos, creando uno de los momentos más bailongos y divertidos del festival
El que para muchos era el plato fuerte tenía un nombre: Sexy Sadie y su enésima reaparición. Declaradamente “afectados” por tan señalado día, aprovecharon su tiempo para repasar discos y épocas, pero como podéis imaginar, sin tiempo para paladearlos suficientemente. Al menos, en el caso de Sexy Sadie, más valen unas gotitas que nada, y todos fuimos felices. Además, a favor de la formación mallorquina jugaba su relativamente reciente (2011) regreso a los escenarios que, entrañables intoxicaciones etílicas aparte, les aportó solvencia y precisión a los instrumentos (que se notó que faltaba en algunas de las otras bandas largamente separadas y reunidas para la ocasión). Repasaron su discografía, ofreciendo una canción por disco en un viaje hacia atrás en el tiempo en el que In The Water o Someone Like You supieron a gloria.
Jaime García Soriano con Sexy Sadie
Alaska y Nacho Canut aparecieron de una forma rara en el cartel del festival, con un DJ set no muy interesante, que primero cambió de fecha y que luego en el último momento cambió de hora. Una lamentable pérdida de tiempo durante la cual mientras Olvido Gara sacaba fotos con el móvil y Canut le daba al “play” muchos aprovechamos para hacer la cola del baño.
La que para mí fue la sorpresa positiva de la noche fue la actuación de Dover. Y la cosa es sencilla, se pusieron en su piel más rockera y llenaron de contundencia el Matadero, sin concesión alguna a sus tiempos más cercanos. Les salió pintiparado y cumplieron con nota su papel y cometido en la fiesta de Subterfuge. Además, Cristina y Amparo se plantaron sobre el escenario son sendas sonrisas, numerosas interpelaciones llenas de cariño hacia el sello Subterfuge, y una calidad técnica que, al menos desde las cercanías del escenario, era tan agradable como sorprendente. Sonó, como tenía que ser, el Devil Came To Me de pé a pá y quienes escriben estas líneas nos lo pasamos pirata porque, sin ser la banda de nuestras vidas, a algunos ese disco nos puso la banda sonora a la adolescencia.
Amparo de Dover (y lo que mola sacar fotos a gente que sonríe)
Party hard con Corizonas
El pabellón había quedado bien alto pero llevaron Corizonas a mantenerlo en su lugar, en una fiesta que se había vuelto ya imparable. El combo más loco, arenoso y sincero del folk hecho en España llevaba ya bastante tiempo sin aparecer en su formato de super banda pero lo hicieron en plena forma. Locura de guitarras, sombreros de cowboy, camisas a cuadros y sobre todo rock de cantina hecho por amigos, con una alegría y una precisión instrumental que era imposible no contagiarse del jolgorio que había sobre el escenario.
Para ir cerrando la noche, otro de los regresos a los que le teníamos ganas: el de Cycle, que no es que estén separados pero es cierto que hace mucho (¡demasiado!) tiempo que no sacan discos. Y volvieron con su formación original, con el británico Luke Donovan como vocalista y unas dosis de potencia tremendas. Como en sus mejores tiempos, con temazos como ese Confusion que no se puede parar de bailar, ejercieron de torbellino. No solo fue breve, sino que se hizo corto, aunque esta reunión prometía y esperemos que vaya más allá del Matadero.
David Kano arrancando el huracán de los Cycle
Las fuerzas, como podéis sospechar, fallaron antes del final, y hubo que retirarse. Las fotos y la crónica de la segunda jornada del Día de la Música – The Big Stereoparty se están cocinando a fuego lento. ¡Os prometemos tenerlas pronto! Mientras tanto, no olvidéis pasar por nuestro Flickr para ver todas las fotos.
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